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La opinión pública empieza a conocer los problemas del colectivo de la abogacía, que se mueve entre la miseria y la nada por causa de las huelgas de la Admon de Justicia, el propio colapso de esa maquinaria, la diversidad de baremos de remuneración del turno de oficio, desfasados desde el punto de vista jurídico-material como económico, etc.

Pues bien, ahora se suma el problema de la Mutualidad de la Abogacía con respecto a los mutualistas que somos alternativos (que hemos empezado obligados a cotizar en la Mutualidad y que después, aún pudiendo pasar a la Seguridad Social en el régimen de autónomos -RETA-, no lo hicimos en tanto que no podíamos movilizar lo aportado ni rescatarlo hasta la jubilación).

Ahora mismo, se está reivindicando una Pasarela al RETA, y aunque hay vías abiertas, por ahora no ha cuajado ninguna porque el problema, que tienen fácil arreglo, es primeramente político (si hay voluntad se arregla) y en segundo lugar jurídico.

Podemos afirmar que la Mutualidad de la Abogacía está dando unas «rentas vitalicias» (no es propiamente una pensión como en la SS) de 300 y 400 euros/mes (por 12 meses) y sin revalorización alguna a muchos compañeros con 40 años de cotización.

Si se toma como ejemplo el de un mutualista alternativo que empezó en 1992, teniendo en cuenta Cuotas pagada – Primas de riesgo – Gastos de administración + Revalorización (muy escasa) – Inflacción, veremos que el saldo que arroja es ridículo.

¿Podemos decir que la Mutualidad ha engañado?. ¿Podemos afirmar que la Mutualidad nos ha estafado?. ¿Podemos aseverar que nos han «tangado»?.

El tiempo lo dirá, más pronto que tarde (aunque muchos tengamos la convicción de que así es), debiéndose imponer una solución política para quel os que quieran pasar al RETA puedan movilizar su capital.

El colectivo de la abogacía está muy disconforme con la actual presidencia de la Mutualidad (Sr. Lomana) y con su CEO (Sr. Navas). Y no faltan motivos.

Verán, por nuestra actividad profesional, conocimos hace unos años  a un presidente de una comunidad de vecinos q tenía un hijo toxicómano, q debía un dinero. Aquél echó mano a la caja para levantar deudas de su hijo (quizá muchos hubieran hecho lo mismo). Con el paso del tiempo, el pobre chico murió por otras causas, pero el hecho es q el padre pagó la deuda de su hijo. Le denunciaron los vecinos a pesar de q estaba reponiendo ya el dinero como podía. Penalmente quedó en nada porque las aguas fueron calmándose y acabó reponiéndolo todo. Ni que decir tiene q fue cesado.

En cambio, según llega a la presidencia el Sr. Lomana (con vínculos con el Banco Popular como abogado externo en Valladolid) de la Mutualidad de la Abogacía mete 54 mlls en acciones del difunto Popular (poco antes de que lo comprara el Santander) y aquí sigue Lomana, tan ancho.

Ese dinero no era suyo, era y es nuestro de los mutualistas.

¿Se imaginan q ese pobre presidente de la comunidad de vecinos hubiera seguido como presidente?.

Nosotros no, pero estamos seguros que Lomana sí (aunque hemos de reconocerle que quiera minimizar el daño, mediante compensaciones fiscales y reclamaciones arbitrales / judiciales, pero eso sí, con cargo a fondos de la Mutualidad, al menos inicialmentente).

Aunque en estos momentos muchos abogados (casi 70.000 en toda España sobre un total de casi 210.000 mutualistas alternativos y complementarios) hemos perdido toda confianza en la Mutualidad y más tarde más temprano o dan una solución política (aunque le cueste la vida a la propia Mutualidad o aquí habrá un problema social bastante gordo si todo acaba en los juzgados).

En definitiva, tengan claro que a los abogados, después de 30, 35 o 40 años «cotizando» a la Mutualidad, nos despachan con «pensiones» de 300 y 400€/mes por 12 meses (menos que una pensión pública no contributiva), pero claro, la culpa es nuestra por haber confiando en la Mutualidad y «porque no hemos aportado más» (y hay que ser canalla para afirmar ésto, cuando estamos «cotizando» más que por el mínimo de autónomos).

El fracaso de la capitalización privada en la Mutualidad, ya es todo un clamor, aunque diga que gestione 10.000 millones de euros en activos, pues ya no tiene ni credibilidad ni confianza.

 

 

 

Por TCJ